7 casi 8 poemas de Iván Mata

 

 

El comandante del planeta Z-21 solicita un probador

 

Una señora encontró un marciano.

Lo único que hizo fue grabar

cómo el marciano se transformaba en pelota.

 

 

 

Puto quien lea esto

 

Si miramos la ventana del camión

observaremos detalladamente

las rayaduras de la pluma.

 

En el alfeizar encontraremos

bolitas de papel maché

y abajo de la bolita más grande

permanecen

chicles, números telefónicos,

un corazón con las iniciales: a y c.

 

a: como Andrea quiero bajarte los calzones.

c: como Carlos quiere a Clotilde.

 

 

 

Seré expuesto ante millones de espectadores quienes dirán que soy feo

 

Todos dirán que mi ombligo no es circular.

Que las estrías brindan un rasgo encantador a la flacidez de mis nalgas.

De mi piel brotará un líquido amarillo.

Y nadie sabrá de dónde se origina realmente.

Habrá teorías de casi todas las cosas

incluso de mi pelo rebelde. Anexarán documentos que avalen

la autenticidad de mi cuerpo en vela.

Fotografías en claroscuros se divulgarán por páginas de internet,

seguramente

por cadenas de oración.

 

 

 

Se sabe que una loquita anda suelta en el centro

 

He redactado una extensa misiva contra mis enemigos.

 

Un día como hoy

arrojaré chispas de colores a sus casas.

 

No pienso tener piedad.

 

Esta contienda mía deberá terminar con todos de una vez.

 

Soy enemigo de cada ser viviente en el planeta.

 

Me declaro supervillano.

 

Tormento, me llamaré.

 

 

  

Derechito se llega a la plaza

 

Caminar es el acto supremo de revolución.

Muchos dirían que no es cierto

 

que digo estupideces,

revolución y caminar no tienen

trato entre sí.

La verdad,

 

no me importa lo que ustedes piensen.

Yo sí creo firmemente en mi premisa.

A ver, díganme,

 

¿creen que después de la muerte hay vida?

¿no?

 

pues qué tontos.

 

 

 

Se mató de hambre

 

La empresa donde trabajo

se ha declarado en quiebra.

 

Desconozco los motivos que la llevaron

al abismo.

Tampoco le hago caso a los rumores.

 

Yo para nada estoy preocupado. De todos modos

pensaba quitarme la vida con una escopeta,

mejor, con el machete.

 

 

  

Mi papá me enseñó a ser albañil

 

Te digo que sostuve un garrafón de agua.

Que por Diosito ya tenía músculos debajo

de mi delgada complexión.

 

Te digo ahora que he dormido plácidamente

después de tanto tiempo de insomnio.

Que valió la pena decirle a mi padre

que su hijo Iván

podía construir los muros de la casa.

 

Después de largos días de silencio, puede demostrar

que sabía cómo ser elogiado por un buen trabajo.