Matías José Morales. Los payasos se aburrieron de asesinar: las rutinas del cosmos abren los ojos

 

LANZA REPLICANTE

 

Cuéntame por qué ladras, si

con la mirada basta.

 

Despega las cejas, pon los ojos

del color que me gusta.

 

Quiero

dormir en tus muslos, mientras

recitas el poema del flaite que reventó

la puerta de Tannhäuser, para robar

 

lágrimas de la lluvia.

 

Mi favorito.

 

 

LOS PAYASOS SE ABURRIERON DE ASESINAR: LAS RUTINAS DEL COSMOS ABREN LOS OJOS

  

Una tarde de otoño: el circo aterrizó sobre el basural, y durante dos semanas —visita molesta— entretuvo a los niños del barrio. Cualquier cosa era mejor que verlos por ahí, asaltan y matan por placer. Los recuerdo jugando fútbol con una cabeza humana, y que los huesos de fémur sirven muy bien para el arco triunfal.

 

El día que el circo despegó, nos dimos cuenta que sus desagües no iban a ningún lado.

Todos nos preguntamos:

 

¿Por qué nadie sintió el olor?

 

Al llegar a nuestras casas, y comprobar que —fractal de la carpa— carecían completamente de un sistema digestivo moderno, pudimos acceder al nuevo nivel de comprensión: nuestros culos eran pendrives conectados a la internet de una red mayor.

 

Nadábamos hasta el cuello

en nuestras propias descargas.

 

El barro había cambiado su composición de tierra

con agua. No hay lugar a dudas, somos un charco

de mierda perdido en la deepweb.

 

 

SOBRE EL DÍA QUE VI A ANNA KARINA EN LA LÍNEA 2

 

Viene sentada sola al final del vagón.

El mentón apoyado en la palma de su mano

en señal de control.

 

Su mirada baja

levemente inclinada hacia la izquierda

no deja registrar sus facciones doradas.

Los empresarios del reconocimiento facial

pierden su tiempo.

 

Algo pasó:

es un hecho de angustia marrón, está sola

rodeada de lentes (paparazzis amorosos:

viejos sin dientes miran fijo

el vacío de su ombligo).

 

Los colores de su blusa indican

que una batalla de órganos se acerca

—cuídate hija mía, te amo—.

 

Aliados corporales, tensión muscular de la pelvis.

 

Decepción amorosa en los codos blancos:

falta de compasión a su cuello.

 

Está sola, rodeada de aire caliente

denso: tubular.

 

Ella merece amor de respeto

y mucha soledad.

 

Que la examinen

igual que la National Geografic

cosifica leones: con jaulas veloces

y aglomeraciones.

 

Roces de cuerpos en el metro:

acostumbrarse al entierro.

 

 

TUPAC SHAKUR

 

Si miras el árbol

desde una perspectiva

humilde a nivel del mar

puedes notar con poca atención

que las hojas riman, en cada rama

se posa un bello cantor que ostenta

cadenas de oro y finas pañoletas.

  

 

EL CASO MEMO VENEGAS: TESTIMONIO 04

 

Su dificultad comprensiva

lo llevó a cometer el acto

que definió su futuro.

 

«Mira hermana

es un fractal del cosmos»

dijo sonriendo, mientras

sostenía el brazo de Benoit Mandelbrot

lo supimos luego del peritaje forense.

 

El camino de sangre en el suelo

que dejó el goteo constante del codo

me recordó la idiotez de Hansel

y Gretel.

 

Me pregunto: ¿Dónde llevará

el sendero iluminado de glóbulos tristes?

 

«La autorreplicanza

es todo hermana, tranquila

nada pasará» fueron

sus últimas palabras, antes de ser borrado

por un Dios guionista

en dimensiones superiores (escamas

pupilas verticales, dinero verde).

 

Su acto fue repudiado por la industria del jazmín:

las sitcom, no son para eso.

  

 

ACASO USTEDES

 

Miopes

son Timmy O’toole gritando

desde el fondo del pozo

 

o son hombres que caídos

en la trampa del dualismo

cartesiano

 

se declaran

ateos religiosos

que critican estatuas de piedra

y añoran sus bolsillos

llenos de verde

por dentro:

 

en poco tiempo

ya no habrá cuero

que parche sus rodillas

peladas

por la succión del cuerpo

cavernoso.

 

¿Qué harán el día que

la bomba caiga sobre la cruz

blanca marcada en el techo

del colegio, mientras ustedes

se cuestionan lo refinado

del azúcar en la gaseosa?

 

 

BEAVIS & BUTTHEAD

 

Siempre hay algo de normal en lo extraño.

Ruiseñor de alambre

en la risa dental, no me culpes por no creer

si me dices

que todo intercambio momentáneo de valores

se basa en la presión de mis dientes

al morder tus pezones.

El día está frío afuera, así que mantente activo

y procura no tocar

el laser rojo que corta el aire

cuando adultos nos hablan de responsabilidad

al despertar.

Nuestra obsesión con el fuego

proviene de un tiempo anterior al riesgo

o el arte de la repetición.

Y pensando que el origen del color

fundamenta la diferencia, renovaremos rituales añejos

con artefactos nuevos.

Pronto, verás un secreto oculto

en el examen detallado de videos snuff

que protagonizan los dioses del olimpo, y así

cumplirás tu deseo:

 

[subir]

 

 

 

https://reflejosmorales.wordpress.com/?fbclid=IwAR3Sp0kYP0O5ygyG5jDQ5MFUVCsspBTRkJcD49uO1ywM-5CsjhKCrh0f1ng

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *