Paciente
El hospital vive al lado del teatro, y comparten
una plaza con una fuente, un carrito nocturno de hot dogs,
una estatua de una Madonna volcánica con su bebé. Los acomodadores
salen a fumar, los médicos se escapan a fumar, las camisas negras
y las batas blancas se demoran y desaparecen en una nube acre. La plaza se llena.
Crisis, estreno, pase lo que pase, los cuerpos se forman en
fila. Algunas perlas y sacos. Algunos tuppers. Hombres que duermen
con rigor en un banco de piedra, con el portafolios a un costado. La comida
forma parte de sus actividades. Papas fritas de bolsa al lado de la boletería,
sándwiches de queso en bolsas para sándwich, Nescafé, tacos hasta
tarde. Las vueltas que da la gente, la relación con sus propias extremidades
ociosas. La mayoría se amontona como gansos si están juntos.
Parejas que esperan inquietas, el flash de una cámara, un llanto irregular
desde un auto estacionado. Las lamparitas de las marquesinas. Miradas al reloj
para ver qué hora es. La luz límpida de la funeraria de enfrente. Rosas rojas en mano,
una camilla recostada como un borracho contra una ambulancia.
Y podría seguir. Porque esto sigue. Paso por esta escena casi todos los días
para ver a alguien que amo. Trato de no llegar con las manos vacías,
y a veces abre la puerta antes de que yo meta la llave.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
Patient
The hospital lives next to the theater, and they share
a square with a fountain, nighttime hot dog stand,
sculpture of a volcanic Madonna and child. Ushers
slouch to smoke, doctors hover to smoke, black shirt
and white coat stall, then vanish acrid. The square fills.
Crisis, premiere, whatever happens, bodies stand in
line. Some pearls and jackets. Some Tupperware. Man
in harsh sleep on a stone bench, suitcase beside. Food is
part of what they do. Potato chips by the ticket booth,
cheese sandwiches in sandwich-bags, Nescafé, tacos till
late. The milling-about, the relationships with one’s own
idle limbs. Most huddle geese-like if they’re together.
Young pairs shifting feet, camera flash, ragged sob from
a parked car. Marquee bulbs. Watch-checks. Clean light
in the funeral home across the street. Red roses-in-arms,
an off-wheel stretcher tipped drunk against an ambulance.
I could go on. It does. I walk through all this most days
to see someone I love. I try not to come empty-handed,
and sometimes he opens the door before I turn the key.
Laguna
Estuvo un par de horas, como se dice,
ida. Como si supiera adónde
ir. Se acordaba de quién
era. Y de quiénes éramos nosotros. Registraba el dolor
húmedo. En el pecho izquierdo. Sabía que estábamos en
casa. Donde ella no
vivía. No se acordaba de cómo habíamos llegado
ahí. O de que un hospital nos había dejado
venir. O de hace cuánto. Así que nos volvió a preguntar una y otra
vez. Y le dijimos cada una de esas
veces. Nos turnamos para agarrarle la
mano. Se revolvía en el sillón, como si tratara de no
ahogarse. Pero en
sueños. ¿Quién es el responsable
acá? Preguntó, recorriendo el living con la
vista. Por supuesto no había una buena
respuesta. A esa pregunta. Le dijimos que
nosotros. La íbamos a cuidar y así lo
hicimos. Cuando volvió, no se
acordaba. De haberse
ido. Cuando le agarré la
mano. Fue una niña, por un instante, y yo no lo
fui. Me corta, como dicen, la
respiración. Me hace estremecerme preguntarme
qué. Me va a hacer algún día
confiar. De esa manera. Otra vez.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
Lapse
For a couple of hours, her mind
Went. As people say. As if it knew where to
Go. She remembered who she
Was. And who we were. She registered the damp
Pain. In her left breast. She knew we were
Home. Where she didn’t
Live. She didn’t remember how we’d gotten
There. Or that a hospital had let us
Come. Or how long ago. So she asked us again and
Again. And we told her every
Time. We took turns holding her
Hand. She floundered on the couch, as if trying not to
Drown. But in a
Dream. Who is in charge of all
This? She asked, and glanced around the living
Room. Of course there was no good
Answer. To that question. We said
We. Would take care of her and we
Did. When she came back, she
Didn’t. Remember being
Gone. When I held her
Hand. She was a child, briefly, and I was
Not. It takes, as the saying goes, my
Breath. Away. It makes me shiver to wonder
What. Will someday make me feel such
Trust. Again.
Imagen: Greg Girard