Sala de espera
a Miguel
I. Dolzicam®
Con un grumo de gel en el índice
comienzo a acariciar la cara
de mi hermano;
con movimientos concéntricos
humedezco el lado derecho
de su frente, los pliegues
de la suela marcada en su sien.
Bajo a la protuberancia
en su mejilla (crecida como un globo)
y al rodear el contorno de su ojo,
apenas abierto y derramado,
examino la huella
hincada en su nariz.
Busco sus rasgos
en las secuelas de los golpes,
en esa mitad monstruosa
que le desdibuja el rostro.
Sigo por el mentón,
cubro la barba, el labio roto
y a pesar de las heridas,
hay una forma esencial
que permanece, lo reconozco.
II. Carne
Lo apuñalaron al salir de una taquería.
Su sangre quedó regada en la banqueta.
Por fortuna, sus miembros permanecieron
en su sitio; no reventaron ningún órgano.
Aun así, en algunas noches de borrachera
la carne ardiendo al soplete de los trompos
es capaz de avivar las marcas del cuchillo
en su espalda,
en sus piernas.
Patricia Arredondo (Estado de México, 1988). Escribió Acércate (Tramuntana, 2014). Edita el proyecto Oscuro entre nosotros (oscuroentrenosotros.wordpress.com). Otros poemas suyos aparecen en las revistas Tierra Adentro, Este País y Fundación.